- Por medio de una carta pública, el Pastor de la Iglesia Católica hace un llamado a quienes son responsables de velar por el bienestar de la comunidad, a que procuraren las condiciones de seguridad, paz y bienestar para las familias.
APATZINGAN, MICH., 12 DE ABRIL DEL 2019.- El máximo Jerarca de la Iglesia Católica, Monseñor Cristóbal Ascencio García, Obispo de esta Diócesis, levanta la voz para denunciar que no cesa la violencia en la Región de Tierra Caliente de Apatzingán y esta es una realidad, que lastima en lo más profundo de la dignidad de las familias y a la sociedad, de igual manera en el documento público emitido el pasado 9 de abril, reprocha el que estos delitos y pecados, que claman al cielo no sean escuchados por aquellos deberían procurar seguridad y justicia.
En la carta pública que título “Denuncia a Mi Pueblo sus Delitos”, el Obispo señala, que es por todos conocido que la maquina destructora de la paz sigue actuando, pues los actos y violencia se han constatado en diversos municipios y uno de los más lamentables ha sido es el ocurrido en San José de Chila del municipio de Apatzingán, y uno de los que más han indignado, ha sido el ataque al templo y a la casa parroquial, que fueron escenario de los enfrentamientos del Crimen Organizado, que dejaron huellas de la violencia además de que fue saqueado en los hechos ocurridos el 19 de marzo de este año
En esta carta, el Líder Católico señala, que tras estos actos, la violencia no cesa, siguen los enfrentamientos sembrando pánico y terror entre los habientes de las diferentes comunidades, que se han convertido en desplazados, hay robos con violencia, asesinatos, amenazas y quema de las viviendas y estos delitos y pecados que claman al cielo, no están siendo escuchados por aquellos quienes deberían procurar seguridad y justicia, y cita, como dice el Profeta Isaías: “Clama voz en cuello y que nadie te detenga. Alza la voz como trompeta. Denuncia a mi Pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados” Is. 58,1.
Ahora agrega, como ciudadano hago un llamado urgente, a quienes son responsables de velar por el bienestar de la comunidad, a que procuraren las condiciones de seguridad, a poner todo el empeño para que estos acontecimientos no se repitan más y para que podamos vivir en la paz que tanto deseamos en Tierra Caliente.
Por ultimo tras precisar que Dios es Dios de vida y no de muerte Monseñor Cristóbal García exhorto al pueblo creyente, a vivir con autenticidad su fe y a que todos nos convirtamos en instrumentos de paz y que en esta época de cuaresma contribuyamos al bien común atendiendo el llamado de Dios que nos invita a la transformación.
