Trabajo doméstico debe ser debidamente valorado y remunerado: Fanny Arreola

  • Recordó que el trabajo doméstico remunerado es una ocupación mayormente femenina, ya que 2.2 millones de mujeres de 15 y más años ocupan el 87.7% de los puestos de trabajo.

MORELIA, MICH., 25 DE MARZO DE 2022.- El trabajo doméstico debe ser debidamente valorado y remunerado, pues quienes lo realizan –mayoritariamente mujeres- carecen por regla general de las prestaciones que marca la Ley, recalcó la diputada Fanny Arreola Pichardo, coordinadora de la Representación Parlamentaria de la LXXV Legislatura del Congreso del Estado.

La diputada por el Distrito de Apatzingán recordó que en México 2.5 millones de personas de 15 y más años, están ocupadas en el trabajo doméstico remunerado. Dicha cantidad representa el 4.5% de los 55.7 millones de personas ocupadas en el país.

Indicó que el trabajo doméstico remunerado es una ocupación mayormente femenina, ya que 2.2 millones de mujeres de 15 y más años ocupan el 87.7% de los puestos de trabajo, en donde principalmente realizan actividades de limpieza y orden en casas particulares y de cuidado de personas.

Con base a las estadísticas del INEGI, la legisladora apuntó que la labor doméstica es una de las que mayor preponderancia tienen en el empleo informal, a tal grado que el 96.7% de las personas ocupadas en esta rama tienen esa condición de informalidad.

“Además es común que las mujeres que desempeñan la labor de empleadas domésticas son víctimas de maltratos, vejaciones y violaciones a sus derechos, debido a que nuestras leyes no velan a plenitud por sus derechos”.

Fanny Arreola recalcó que las trabajadoras domésticas han sido históricamente objeto de discriminación, ya que no cuentan con las mismas prestaciones laborales que el resto de las trabajadoras en las demás actividades, y en muchas ocasiones, ni siquiera tienen acceso a los servicios básicos de salud.

Por ello. la legisladora consideró fundamental una revisión profunda al marco legal, de manera que se generen las condiciones de igualdad para el trabajo doméstico respecto a otras ocupaciones, combatiendo desde nuestras leyes la discriminación que históricamente se ha dado sobre quienes se desempeñan en esta actividad.